DEL ACTO DE RECORDAR

2016 / 55min (loop) 


3 o 4 pantallas. Loops variables de 30 min, compuestas por retratos de distintos personajes visionando.

En la gestualidad acompasada, en el reencuentro con su imagen, pueden encontrarse las mejores pistas para comprender quién era “ella”: Belén. La mirada, las señas, las pausas, forman parte de su historia: desvelando lo que hay entre las personas, lo que hay entre un recuerdo y otro, lo que hay entre ellos y la imagen que ven, lo que hay entre ellos y Belén, entre ellos y yo, y ahora entre ellos y tú (espectador).

“Belén” es un retrato fílmico llevado a cabo entre 2008 y 2016, que partió de un trabajo de campo etnográfico y se completó con la producción de un largometraje documental. Estas son secuencias del rodaje que restituyen el tiempo necesario para que el recuerdo espontáneo se manifieste, que abren un nuevo espacio-tiempo de contemplación-relación con la historia de una ausencia.

Instalación realizada en:

Centro de Arte Contemporáneo Arts Santa Mónica. Barcelona 2016. Programa de congreso internacional AIBR (Antropólogos Iberoamericanos en Red)
Galería Exile Room_Grecia 2017
Cinema Arts Int. Film Festival. Rice Media Center. Houston 2017
Muestra Internacional Documental (Midbo). Sección Documental Expandido. Galería Javeriana. Bogotá 2017
“Todo cine es una sociedad de miradas que se miran o que se ven sin que quien mira sea visto. En el caso del cine documental, en una primera instancia el realizador mira a su objeto, seres humanos en acción a quienes exige que no le miren mientras miran a otros que se miran entre sí. Esas miradas miradas por el documentalista son llevadas a una pantalla en que los espectadores son, en efecto, eso: espectadores, es decir miradores que observan como unos observados se observan entre sí mientras alguien, que no ven, les mira.

Hacernos pensar sobre esa naturaleza última del cine es lo que consigue Adriana Vila con su reflexión óptica sobre la gente que conoció a Belén, esa mujer a cuya vida como activista cultural le dedicara un documental y que murió antes de que acabara su montaje. Como en una sesión espiritista, los convocados a mirar asisten y participan en y de la visión de alguien que ya les ha dejado y cuya mirada no olvidan y a la que regresan, en un ejercicio que nos recuerda a nosotros, como espectadores. Igual lo que miramos se parezca a simples miradas perdidas, aquellas de las que nunca más nada se supo porque no miraban a nadie (más que a nosotros).”

Manuel Delgado Ruiz